Los detractores de los aparatos de aire acondicionado siempre han utilizado a las bacterias y ácaros que se forman en su interior como argumento contra este electrodoméstico. Y lo cierto es que tienen su parte de razón, pero más cierto todavía es la relativa facilidad con la que se puede rebatir dicha sentencia. Cualquier climatizador que reúna las condiciones adecuadas y necesarias, tanto en su instalación como en su mantenimiento habitual, será “inofensivo”.
La humedad, las entradas y salidas de aire y las acumulaciones de cuerpos en los filtros de aire acondicionado tienden a propiciar la aparición de hongos y bacterias, lo cual es perfectamente evitable siguiendo los controles y los cuidados de rigor. Siempre se ha hablado de las complicaciones para la salud que tienen estos electrodomésticos, pero estos inconvenientes dependen en su totalidad del grado de responsabilidad con el que se utilicen las máquinas. El contraste de temperaturas al pasar de un lugar climatizado al exterior, la alta y continua exposición a temperaturas exageradas o la sequedad, son algunos factores que pueden derivar en enfermedades, en su mayoría respiratorias; y como se puede ver, todas ellas son evitables si el uso del aire acondicionado es moderado.
Por otro lado, la higienización continua de los aparatos es otra de las posibles soluciones ante la aparición de hongos y bacterias; debe haber un mantenimiento habitual, sobre todo en lugares sin ventilación, que por sus dimensiones y la potencia de sus equipos, requieren de conductos y tuberías en los que, de lo contrario, los microorganismos camparían a sus anchas. También puede ocurrir, aunque en menor medida, en unidades de formato doméstico en las que la solución es la misma a menor escala. Y es que, en efecto, como afirman sus detractores el aire acondicionado puede ser un magnífico hogar para millones de microorganismos perjudiciales para la salud, pero para eso vamos a hablar de ello, para aprender a evitarlo.
¿Qué son las bacterias?
Sin entrar demasiado en asuntos científicos, lo que nos interesa sobre las bacterias en cuestiones de climatización son las cuestiones que puedan afectar a su aire acondicionado. Pues bien, estos microorganismos tienen la capacidad de adaptarse prácticamente a cualquier hábitat, viven incluso bajo condiciones extremas, y por supuesto en todo tipo de ecosistemas, así que su climatizador no iba a ser menos. Su facilidad para reproducirse las dota de más resistencia si cabe, y aunque en muchos lugares –como el propio cuerpo humano– algunas de ellas son bienvenidas por su aportación positiva, lo cierto es que su ausencia en un aire acondicionado debe ser celebrada. Recordemos que el aire que pasa a través de estos electrodomésticos no deja de ser aire que acabamos respirando al fin y al cabo, y si en el aparato existen bacterias es posible que, sin darnos cuenta, acaben en nuestro organismo.
Uno de los principales contaminantes en sistemas de climatización es la bacteria Legionella pneumophila, la cual se siente muy cómoda en nuestro aparato respiratorio y puede llegar a causar neumonía, que a su vez en ocasiones produce la muerte.
¿Qué son los hongos?
En este caso empezaremos por el final, por los hongos que más a gusto pueden encontrarse en su equipo, que son el Aspergillus niger y el Aspergillus fimigatus, causantes ambos de patologías alérgicas que atacan a las vías respiratorias, produciendo afecciones como asma, rinitis, etc.
Al igual que las bacterias, estos organismos tienen la capacidad de sobrevivir en múltiples espacios, y en su mayoría crecen y se reproducen a alta velocidad; también en común con las anteriores tienen sus aspectos positivos para la naturaleza en general, y para el ser humano en concreto –recordemos que algo tan utilizado por el hombre como la levadura, no deja de ser un hongo–. Sin embargo también existen muchas especies perjudiciales, como las conocidas setas venenosas, o los hongos parásitos como algunos mohos, que son invasores y pueden afectar tanto a vegetales, como a animales e incluso al ser humano.
Cómo solucionar los problemas de bacterias y ácaros de los aires acondicionados
Mantenimiento. Una vez más, mantenimiento: ésa es la única solución, y además es efectiva; si usted sigue las indicaciones que le damos, o cuenta con los servicios de profesionales correctamente cualificados, tales como los que le ofrecemos en Quim Service, no tendrá ningún problema de este tipo.
Mantener el aparato en condiciones no es tan complicado, se trata sobre todo de higiene y revisiones habituales; de este modo, tanto los filtros como los ventiladores, entradas y salidas de aire y demás, deberán ser limpiados a menudo, sobre todo los primeros –como mínimo mensualmente –. Lo mismo ocurrirá en los conductos de ventilación y en tuberías y mangueras, sobre todo en los equipos de potencia industrial. Y por último mantener los ambientes con la humedad adecuada –entre un 40% y un 60% aproximadamente –, y las temperaturas correctas –entre los 22 y los 25 grados en verano –, ayudarán mucho al buen funcionamiento de la unidad e impedirán, junto con la higiene la reproducción de estos elementos.
Quim Service le ayuda en su lucha contra bacterias y hongos
En Quim Service tenemos una dilatada trayectoria en cuestiones de mantenimiento de climatizadores, por lo que estamos acostumbrados a lidiar con estos invitados sorpresa en los aparatos de aire acondicionado. Nosotros preferimos evitar que las bacterias y los hongos aparezcan mediante un mantenimiento preventivo adecuado, así que si lo desea puede contar con nosotros tanto para prevenir, como para desinfectar, pues somos expertos en ambas cosas.