En la mayoría de los hogares europeos, la caldera es una pieza vital de la infraestructura de la casa, que provee calefacción y agua caliente sanitaria. Sin embargo, como cualquier otro producto de uso frecuente, las calderas pueden presentar problemas y averías que necesitan de atención urgente.

Si tiene una caldera instalada en su hogar o negocio, sabrá lo importante que es mantenerla en óptimas condiciones para poder disfrutar de un rendimiento eficiente y, sobre todo, seguro. Aunque las calderas son dispositivos altamente especializados, están sujetas a diversos problemas que pueden afectar su funcionamiento.

A continuación, veamos los 10 problemas más comunes en las calderas para que puedas reconocerlo y solucionarlo rápidamente.

Problemas de la caldera

¿Cuáles son y cómo solucionarlos?

  1. Baja presión: La presión de la caldera es la fuerza que empuja el agua a través del sistema. Si la presión es demasiado baja, puede haber aire en las tuberías o una fuga en alguno de los componentes. Si la presión es demasiado alta, la válvula de seguridad puede liberar el exceso de agua. Es importante revisar la presión regularmente.
  2. Fallo del termostato: Si la caldera no calienta la casa a la temperatura indicada por el termostato, es probable que esté fallando y necesite ser reemplazado.
  3. Cortocircuito eléctrico: Las calderas tienen un circuito eléctrico que puede ser interrumpido por un fusible fundido o un interruptor de circuito. La falla del circuito eléctrico puede llevar a la caldera a no encender o mantener la temperatura adecuada.
  4. Fugas: Las fugas en la caldera son peligrosas y pueden dañar la estructura de la casa. Si hay una fuga en alguna parte de la caldera, es urgente llamar a un profesional.
  5. Problemas del ventilador: Si la caldera no calienta el agua y, por ende, no produce suficiente calor, puede haber un fallo en el ventilador que impide una adecuada circulación del aire caliente por la casa.
  6. Problemas en la bomba: La bomba de la caldera es la encargada de transportar el agua caliente a través del sistema de calefacción. Si la bomba está defectuosa, la caldera no podrá mantener la temperatura adecuada.
  7. Acumulación de sedimentos en el intercambiador de calor: Si la caldera no está produciendo suficiente calor o hay ruidos extraños al funcionar, puede ser que haya acumulación de sedimentos en el intercambiador de calor, que necesita ser limpiado.
  8. Problemas en la válvula de descarga: Si hay fugas de agua debajo de la caldera, es probable que la válvula de descarga este defectuosa y necesite ser reemplazada.
  9. Falla del sensor de temperatura: Si la caldera no está controlando la temperatura correctamente, puede ser que el sensor de temperatura esté fallando. Es una avería común y relativamente fácil de solucionar.
  10. Problemas de ignición: Si la caldera no está encendiendo correctamente o si se apaga frecuentemente, puede ser que haya problemas con la sonda de ignición. Esto puede ser arreglado por un profesional, reemplazando la sonda defectuosa.

Como hemos visto, hay una serie de problemas que pueden ocurrir en una caldera. A menudo, estos problemas pueden solucionarse con una simple solución.

Resumiendo, si bien las calderas son un equipo vital de cualquier hogar, como cualquier otro equipo, pueden presentar problemas y averías.

Es importante que le preste atención a cualquier cambio en el comportamiento de la caldera y actúen con rapidez llamando a un profesional en caso de necesitarlo. Además, es importante programar una revisión regular de la caldera para identificar y prevenir problemas.

Con la debida atención y mantenimiento, una caldera puede tener una vida útil prolongada y proporcionar un cálido hogar y negocio durante muchos años. Esperamos que esta guía le ayude a identificar los problemas de caldera más frecuentes y le permita solucionarlos de manera efectiva y segura.

Problemas de la caldera

¿Debería substituir mi caldera?

Si su caldera fue instalada hace más de una década, es momento de considerar la posibilidad de reemplazarla. Las calderas más antiguas tienden a ser más propensas a averiarse y no funcionan con la misma eficiencia que antes. Ignorar esta situación puede conducir a más y más problemas y, finalmente, a una caldera inoperable.

Una caldera nueva suele venir con una garantía que cubre piezas y mano de obra, lo que puede ayudar a reducir sus gastos de calefacción y, lo que es aún más importante, garantizar la seguridad de su hogar.